jueves, 23 de junio de 2011

Tarta dedicada a Gijón

¡Hola amigos! Hoy voy a contar una pequeña historia: no hace mucho, aproximadamente un mes, iba dando un paseo por Gijón (donde vivo) y me encontré una escultura formada por unas letras rojas que decían: GIJÓN. Están situadas en el muelle, como queriendo dar la bienvenida a los visitantes que lleguen por mar.
Me interesé en saber algo de su historia, de cómo y por qué estaban allí, y entre otras cosas descubrí que es el logotipo que se usa para difundir la imagen turística de la ciudad.
Me gustaron tanto que esta semana me han servido de inspiración para hacer la tarta que hoy os presento:
 

Ésta es pues mi tarta dedicada a Gijón,  a todos los gijoneses y gijonesas que viven aquí, así como también a los que están fuera y que estoy segura la añoran. A continuación os dejo la receta, para que os animéis a hacerla y me comentéis después los resultados. 

Ingredientes para la base:
-150 g de galletas tostadas
-75 g de mantequilla
-2-3 cucharadas de leche

Ingredientes para la tarta:
-400 ml de nata para montar
-600 g de queso fresco
-1 sobre de cuajada
-1 vaso de leche (250 ml)
-4 cucharadas de azúcar

Ingredientes para el adorno:
-150 g de chocolate blanco
-1 tacita (de las de café) de leche
-Colorante rojo especial para repostería


Preparación:
1.- Molemos las galletas y las mezclamos con la mantequilla (a punto de pomada) y la leche. Forramos con esta pasta un molde desmontable de 25 cm de diámetro. La horneamos a 180º durante diez minutos, pues esta tarta no va luego al horno y así nos quedará la base crujiente.

2.-Mezclamos con la batidora la nata, el queso, el azúcar y medio vaso de leche. En el otro medio disolvemos el sobre de cuajada. Llevamos al fuego la primera mezcla y cuando empiece a hervir, añadimos la leche con la cuajada, seguimos removiendo con cuidado para que no se pegue y cuando hierva de nuevo lo retiramos y vertemos en el molde sobre la base que teníamos horneada. La dejamos enfriar y metemos en el frigorífico, mejor de un día para otro.

3.-A continuación la desmoldamos y procedemos a su decoración de la siguiente manera: calentamos la leche y deshacemos en ella el chocolate. Removemos hasta obtener una crema homogénea y añadimos el colorante (poquito de cada vez para ir viendo los resultados). Mezclamos bien para que nos quede homogéneo y lo echamos en una manga pastelera para hacer las letras.

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