Hoy traemos un clásico que debido a su delicioso sabor ha conseguido mantener su popularidad a lo largo del tiempo: TARTA SAN MARCOS
Durante años ha sido el postre por excelencia en todos los eventos. ¿Quién no la recuerda en prácticamente todas las bodas? No es de extrañar, tanto su presentación como su sabor son exquisitos.
Anticipamos que su elaboración es un poco laboriosa, pero nada complicada. En resumen se trata de bizcocho relleno de nata, trufa y yema tostada.
Seguid la receta paso a paso y no encontraréis dificultad alguna. Como siempre aquí os la dejamos:
Ingredientes para el bizcocho:
-120 g de azúcar
-130 g de harina
-4 Huevos
-1 cucharadita de levadura
-1 pizca de sal
Ingredientes para el relleno:
-800 ml de nata para montar
-60 g de azúcar
-2 cucharadas de cacao en polvo
Ingredientes para el almíbar:
-250 ml de agua
-100 ml de brandy
-100 g de azúcar glas
Ingredientes para la cobertura de yema:
-150 g de azúcar
-4 yemas de huevo
-1 cucharada de harina fina de maíz
Ingredientes para la decoración:
-200 ml de nata para montar
-100 g de almendra fileteada
-3 cucharadas de azúcar
-Azúcar moreno
Preparación:
1.- Comenzamos haciendo el bizcocho y para ello separamos las claras de las yemas y batimos estas últimas con el azúcar hasta que blanqueen. Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos a las yemas con movimientos envolventes para que no se bajen. Poco a poco agregamos la harina tamizada con la levadura y la sal. Vertemos en un molde desmontable, previamente engrasado y enharinado e introducimos al horno precalentado a 180º durante 30 minutos.
2.- Mientras enfría el bizcocho hacemos el almíbar: ponemos en un cazo el agua y el azúcar y cuando rompa a hervir agregamos el brandy, cocemos unos minutos para que se reduzca, retiramos y reservamos.
3.- Ahora vamos con el relleno: por un lado montamos 400 ml de nata con 30 g de azúcar y reservamos en el frigorífico. Por otro lado, montamos los 400 ml restantes de nata con los 30 g sobrantes de azúcar y añadimos el cacao. Debemos integrarlo con cuidado para que la nata no se baje y reservamos también en la nevera.
4.- Desmoldamos el bizcocho y lo cortamos horizontalmente en tres capas. En el plato donde lo vamos a servir ponemos el aro del bizcocho y colocamos la primera capa del mismo, la pincelamos con el almíbar, la cubrimos con la nata montada que teníamos reservada en el frigorífico y colocamos encima la segunda capa de bizcocho. Volvemos a pincelarla con el almíbar y cubrimos igualmente con la trufa para poner encima la última capa de bizcocho que también pincelamos con el almíbar. Reservamos en el frigorífico nuevamente.
5.- Le toca el turno ahora a la cobertura de yema: en un cazo ponemos 50 ml de agua con el azúcar, lo cocemos un par de minutos y retiramos del fuego. Batimos las yemas con la harina fina de maíz y los agregamos al cazo que ponemos de nuevo al fuego hasta que espese. Cuando atempere lo vertemos sobre la tarta y dejamos en el frigorífico por lo menos 3 horas para que todos los ingredientes se asienten.
6.- Ya solo nos queda la decoración: retiramos el aro con cuidado, espolvoreamos con azúcar moreno y quemamos con un soplete de cocina. Montamos la nata con el azúcar y cubrimos alrededor para que la almendra fileteada quede pegada a la tarta. La nata restante la introducimos en una manga pastelera y decoramos con rosetones alrededor y a nuestro gusto.
