¡Hola amigos! En anteriores entradas ya he "confesado" mi debilidad por el chocolate. ¡Me encanta! Por lo tanto, este es uno de los motivos por el que tengo más postres con dicho ingrediente que con cualquier otro.
La tarta que traigo hoy es también una receta antigua, pero además me ilusiona ponerla, pues su elaboración es tan sencilla que es ideal para hacerla con los niños. Aprovechando que están de vacaciones, es una ocasión perfecta para meterse con ellos en la cocina y disfrutar todos.
Como podéis ver tiene una pinta buenísima, además de una decoración simpática, y pienso que a ellos les va a encantar, pues además del postre también hay que hacer las hojas. La mariposa es comestible, pero se compra así en las tiendas donde venden frutos secos.
La receta, paso a paso, es ésta:
Ingredientes para la tarta:
-36 galletas María hojaldrada
-1 litro de nata líquida
-4-6 cucharadas de azúcar
Preparación:
Montamos la nata con 4-6 cucharadas de azúcar, según el gusto de cada uno. En una fuente alargada colocamos doce galletas (dos filas de seis), las cubrimos con nata y ponemos otras doce encima. Volvemos a cubrir con nata y de nuevo colocamos las últimas doce galletas que cubrimos totalmente con la nata restante, tanto por encima como por los lados.
A continuación la metemos en el frigorífico para que la nata endurezca (una hora por lo menos).
Para la cobertura:
-100 g de mantequilla
-1 brick de nata líquida (200 ml)
-1 tableta de chocolate fondant (200 g)
Calentamos la nata hasta que empiece a hervir, añadimos la mantequilla y el chocolate troceado. Removemos bien hasta obtener una crema homogénea, dejamos enfriar un poquito y cubrimos con ella el pastel. Como se trata de un tronco no ha de quedar perfecta, sino que cuando esté un poco frío con la ayuda de un tenedor le haremos unas rayas, con el fin de imitar las rugosidades de un viejo árbol.
Metemos de nuevo en el frigorífico y dejamos enfriar.
Para hacer las hojas: (son sencillísimas y estoy segura que a los niños es la parte que más les va a gustar)
-1 tableta de chocolate fondant (200 g)
-3-4 hojas naturales de la forma que más nos gusten
Preparación:
Lavamos muy bien las hojas y las secamos con mucho cuidado para no romperlas.
Fundimos el chocolate en el microondas o al baño María y con una brocha pintamos el torso de las hojas (la parte de los nervios), las ponemos en una bandeja y las metemos en el frigorífico para que endurezcan. Al cabo de aproximadamente una hora las sacamos, les damos otra mano y las volvemos a meter de nuevo en el frigorífico hasta que estén bien duras (mejor de un día para otro). Cuando de nuevo las sacamos, despegamos las hojas naturales con sumo cuidado para que no se rompan las de chocolate y ya están listas para decorar la tarta como mas nos guste.
NOTA: ¡No me diréis que no es un postre entretenido! Espero que me contéis los resultados. ¡¡¡Si intervienen los niños, que me lo digan ellos!!!
Madre mia Mª Paz, tengo que dejar de ver tu blog antes de comer, porque me entra un hambre. Que buenisima pinta! Me pasa como a ti con el chocolate jijiji. A ver si me animo a hacerlo este finde!
ResponderEliminar¡María! ¡¡Anímate a hacerla y me cuentas!! Es muy fácil y está... uff!! Imagínate: ¡¡¡CHOCOLATE!!!
ResponderEliminarUff comía ahora la mitad, con la mariposa puesta en el hoja y todo! jajaja
ResponderEliminarP.D.: Para hacer con los niños?? Pero si a Lucas y a mí no nos dejas ni estar en la cocina!!
Cuando vengas te haré una pa tí sola... mariposa incluida!!!
ResponderEliminarP.D.: ¿Cómo voy a dejaros estar en la cocina? ¡¡¡Me coméis todos los ingredientes!!!
riquisimo el tronco!!!!!doi fé del sabor!!!! en la forma ya no pudo decir lo mismo ja ja ( me refiero al que hice yo)
ResponderEliminarComo sé que eres Marian te diré: tienes que entrenar mas... haz un tronco cada semana!!! cuando lleves veinte o treinta... verás los resultados!!! Jajaja
ResponderEliminar